La aparición de grandes cantidades de ostrones, variedad de molusco, en las profundidades marinas del litoral del suroeste de la isla de La Palma, en avanzado estado de descomposición, ha puesto de relieve, una vez más, la existencia de un extraño fenómeno en las costas de Canarias que está suscitando la preocupación de biólogos y oceanógrafos de las islas.Desde hace algunos meses han sido descubiertos en cuatro de las islas del archipiélago ejemplares de distintas especies marinas, sin vida. Al principio fueron halladas por los pescadores manchas de pescado inerme en las islas de Tenerife y La Gomera. En aquella ocasión se procedió al análisis de muestras por parte del laboratorio oceanográfico de Canarias y el departamento de Biología Marina de la Universidad de La Laguna, no llegándose a obtener datos concluyentes para poder afirmar cuál había sido la causa de tales muertes. En fuentes del citado laboratorio, dependiente del Instituto Español de Oceanografía, se afirmó, como mucho, que eran varios los factores que influían en tal fenómeno. Entre las especies recogidas en dicha ocasión figuraban también ostrones, el mismo molusco que ahora ha sido detectado sin vida en los fondos marinos de La Palma.
Gran número de tortugas muertas por alquitrán
Por otra parte, en las islas de Gran Canaria y Fuerteventura, en la provincia oriental del archipiélago, también sorprendió la reciente aparición de tortugas muertas, en número considerable, en la orilla de alguna de sus playas. Según un portavoz del laboratorio oceanográfico, una de éstas fue enviada al mismo para ser analizada y se descubrió en el interior de su cuerpo la presencia de alquitrán.Con la nueva revelación de muertes de especies marinas, ahora en cuatro playas del suroeste de la isla de La Palma, se vuelve a especular con que las mismas hayan podido producirse a raíz de una fuerte contaminación localizada, como resultado de la limpieza que efectúan los buques que arriban a los puertos insulares, en medio del mar, o de explosiones magmáticas submarinas
Fuente: El Pais.com - 16/08/1981